lunes, 17 de febrero de 2014

Cantes rondeño-gaditanos: Soleares (VI y VII).

Álbum salón_26 12 1897

Última entrada de Rafael Chaves, que culmina su interesante estudio referente a los cantes rondeño-gaditanos. Sigo incidiendo que se consulten las dos anteriores entradas, así como los jugosos comentarios que han dejado en los mismos, otros participantes del Callejón.



GUIA DE ESCUCHA:


17 Paca Aguilera con A Baeza- (S de La Andonda 1)


 18 Juan Talega con E. Malena (S de La Andonda 1)


 19 Paca Aguilera con R García- (S de La Andonda 2)


20 Rafael Romero con A Arenas (S de Yllanda 2)


21 Paca Aguilera con A Baeza- (S de La Andonda 3)


22 La Niña de los Peines con M Marchena (S de La Jilica 2)


23 Pepe la Matrona con M Sevillano (S base de Lorente)


24 Diego del Gastor canta (S de Anilla de Ronda)


25 Joselero con D del Gastor (S de Aniya de Ronda)


26 Niño Medina con R Montoya (S de Aniya de Ronda)


27 Pepe La Matrona con M Sevillano (S de Santamaría)


28 Niño de las Cabezas (S de Juaniquí 3)


29 Joselero con D del Gastor (S de Francisco Amaya)


30 Juan Breva con R Montoya (S de Enrique Ortega)




3 comentarios :

  1. Estimado Rafael Chaves. Gracias por tu última entrega de esta serie sobre los cantes rondeño-gaditanos. Málaga siempre ha permanecido semiolvidada en el flamenco; menos considerada que Cádiz, Sevilla y Jerez en cuanto a importancia histórica. Los primeros cantes flamencos nombrados en época de El Solitario, como rondeñas, polo de Tobalo, serranas, Malagueñas, etc. muestran que Málaga tuvo mucho que ver en la formación musical de estilos flamencos que más tarde, un Silverio, por poner un ejemplo mantendrá siempre en su repertorio. Las playeras, o al menos un tipo de playera, también estuvo vinculada a Málaga. Los bandoleros, algo recurrente en algunas letras flamencas. Cañas, polos, livianas y serranas tienen muchos puntos musicales en común, y claro,estos también con algunos cantes por soleá. Es indudable que el cante malagueño ha tenido un peso muy importante en la historia musical del flamenco que hay que ir poco a poco estudiando y descubriendo. Un abrazo.

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  2. Gracias Guillermo por tus palabras y perdona por no haberte podido responder antes. Efectivamente Málaga ha tenido mayor peso en el flamenco de lo que se cree. No obstante yo he encontrado una insospechada escuela rondeña en el cante, con mucha querencia a la provincia de Cádiz, quizá a una zona gaditana también poco conocida en cuanto al cante: su sierra común y sus estribaciones. Esta escuela rondeña marca dos rutas muy importantes en cuanto a transmisión de cantes: el resto de la provincia de Cádiz hasta llegar a su capital con los polos y algunas soleares muy antiguas; y por otro lado Morón, que sin duda sirve de puerta para la proyección de soleares hacia sus pueblos más influyentes Alcalá, Utrera y Lebrija, llegando incluso hasta Triana por obra y gracia de La Andonda que fue una trotamundos, ya que se sabe que estuvo en estos pueblos y en muchos más de la geografía andaluza.
    Aunque como dices es importante la escuela malagueña, yo considero –salvando las distancias y con la laguna de desconocimiento de la que aún adolecemos- que esta escuela rondeña de cante está algo disociada de la propia escuela malagueña, en un plano similar a como pudiéramos considerar disociada la escuela jerezana dentro de la gran escuela gaditana, o la escuela trianera o alcalareña dentro de la gran escuela sevillana.
    Lo más fundamental de esta escuela rondeña es su influencia hacia el cogollo cantaor de Cádiz con Tobalo y otros cantaores muy antiguos que debieron influir en gaditanos tan ilustres como Antonio El Planeta, Curro Pablas, Los Fillos, Los Gordos Ortegas, Paquirri e incluso en Tío José El Granaíno y sospecho que incluso en La Serneta. Algunas de las primeras soleares apolás vienen sin duda de esta interacción.
    La Familia de los Negros, con La Andonda a la cabeza, por su parte influye en algunos (no todos, evidentemente) repertorios soleareros de alcalareños-utreranos y lebrijanos-jerezanos.
    Ya dije que las soleares rondeñas transmitidas por Paca Aguilera deben ser tomadas como las versiones más puras, puesto que tanto Paca Aguilera como María La Andonda no sólo nacieron en la misma ciudad –Ronda- sino en la misma calle Zamorano, conocida de antiguo como “Callejón de los Gitanos”. Y dado que la propia Andonda no se avecindó en Triana hasta la tardía fecha de 1895, sus soleares no deben ser denominadas como trianeras, sino como RONDEÑAS.
    Y traigo una anécdota que acentúa más si cabe este aserto. Cuando Antonio Mairena escuchó por vez primera estas soleares de Paca Aguilera en discos de pizarra se impresionó grandemente y reconoció que esas formas no las había escuchado hasta entonces y también que “no era capaz de poner en pie” dichos cantes. Es decir, no era capaz de darle el aroma que requerían.
    Otros miembros de los Negros como Francisco Amaya y Aniya La de Ronda, es posible que influyan nuevamente en estas escuelas e incluso en algo del repertorio solearero.

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  3. (Sigo con lo arriba expuesto)
    También es elocuente que la investigación va dando una nómina cada vez más extensa de rondeños: cantaores o aficionados inteligentes del cante de los que se tenía poco conocimiento, y otros vinculados a esta escuela. Además de los ya referidos Tobalo, El Negro, La Andonda, Francisco Amaya, Aniya La de Ronda y sus descendientes quedan nombres como Perendengue, El Dengue, La Morilla, Paca La Andaluza, José Sánchez León, El Posaero, Rosario la de Ronda, Manolita Calpena, estas dos últimos también bailaban; o Bartolomé Marín, El Canario de Ronda y El Chato de Ronda. Aprovecho para citar otros rondeños de arte que lo fueron en el baile como Estrella de Ronda, Carmen Aguilera, El Ronda y Pepe Ronda, Lola La Rondeña, Antonio Rodríguez, Teresa La Camisona, El Pipío y hasta el gran matador El Niño de la Palma que también bailaba; y la guitarra como el legendario Barajilla, María Aguilera (hermana de Paca), Casimiro Bravo y los Puyas de Ronda: Francisco y Rafael, además de El Niño de la Naranja y otros muchos que me dejo muchos en el tintero o desconozco.
    En definitiva, a pesar de que en la actualidad esta escuela de cante pueda considerarse extinta, tuvo sin duda gran influencia en el cante flamenco del siglo XIX.
    Un abrazo.

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