domingo, 24 de noviembre de 2013

La raiz de mi querer


El 19 de marzo de 2009, tuve el inmenso placer de estrenar una obra flamenca en el Centro Municipal de Arte Flamenco 'La Merced' ,de la cual me siento muy orgulloso. Obra  que se dedicó en exclusiva á las mujeres, en especial -las flamencas- y que constituyó un tremendo éxito de público y crítica. Desgraciadamente solo se estrenó una única vez y sería deseo mío y el de los/las participantes el retomar este espectáculo al cual titulé 'La raiz de mi querer'. Estoy convencido que será de vuestro agrado este pequeño esbozo que aquí comparto con los visitantes al Callejón. Perdonad la calidad de las fotos, pero las mismas se han conseguido de la grabación de un video, pero al menos sirve para testimoniar dicho evento. Dar las gracias por último a los participantes del espectáculo; Niño de la Leo a la guitarra, al baile Lidya Cabello y al cante Soleá la del Cepillo, Samara Montañez, May Fernández y Anabel Rivera. La voz en off del recitado la puso en esta ocasión Manuel Jiménez.


- P R E A M B U L O -

La historia del flamenco gaditano ha estado siempre salpicada de formas cantaoras y bailaoras femeninas, sin cuya presencia el arte flamenco no sería lo que actualmente conocemos.

Desde aquellas míticas tartesias, las "puellae gaditanae" (bailarinas de Cádiz), con Theletusa a la cabeza, que escandalizaron sobremanera a la Roma Imperial, bajo su extrema sensualidad y belleza, pasando por María Antonia "La Caramba", Manuela Morales, primera mujer del célebre compositor Manuel García, la Sra. Valle, La Vargas, La “Cantorala”, María Borrico, María Armento de la cual Silverio Franconetti, apuntaba que era la mejor "soleaera" del mundo, Rita Ortega "La Rubia", fallecida embarazada, inmediatamente después de vencer -tras tremendo duelo bailaor- a otra genial bailaora llamada Rosario “La Mejorana”, madre de la sin par Pastora Imperio, Luisa “La Butrón”, Ignacia Espeleta, Perla de Cádiz, Adela la Chaqueta, María la Sabina, ect... hasta nuestros días, observamos como el papel femenino en el flamenco gaditano, es vital y el arte sería inconcebible sin su participación.

En otro orden de cosas, es justo reseñar, que mientras el hombre podía hacer "vida pública", al disponer de mayores libertades, lo cual suponía que también lo tuvieran en el flamenco -la mujer por ende- estuvo relegada a un segundo plano, lo cual imposibilitaba en muchas ocasiones la profesionalización de esta en el flamenco. No obstante lo anterior, pese a la "invisibilización" a la que eran sometidas, no impidieron que fueran transmisoras y generadoras de cultura flamenca, tanto o más que los hombres.

La mujer, que es posiblemente la que mejor sabe "dolerse", -pues de su grito en el parto, proviene la vida- ha tenido tanto en el cante como en el baile, destacadísimos miembros, pero aún falta la suficiente representación en el toque flamenco, pese a que en el siglo XIX era común que estas se acompañasen a la guitarra.

El presente espectáculo flamenco “La raiz de mi querer”, no pretende nada más que homenajear a todas las mujeres, pero principalmente a aquellas que cultivaron el flamenco en cualquiera de sus disciplinas . También he querido resaltar situaciones de injusticia social, desgraciadamente aún tan comunes, tales como el maltrato. Toca así mismo aspectos emocionales tales como el amor, desamor, familia, el embarazo no deseado, trabajo, desigualdad, ect,.. todos ellos vistos desde el prisma flamenco.

Es deseo pues del que suscribe, que este espectáculo sea del agrado del público femenino, único destinatario al que va dirigido y al cual he tenido el inmenso placer de homenajear.


                                                                                                           Antonio Barberán


 

















  




 




 


























jueves, 7 de noviembre de 2013

El 'age' inmortal de Mariana Cornejo


Se nos ha ido nuestra Mariana. La del 'age' trimilenario de Gades. Ese 'age' que solo unos pocos privilegiados, -bendecidos con el don de compás-, pueden esculpir en el cante.

Por tener tenía, hasta nombre de cante... 'Mariana', luego más flamenca no podía ser, ni tampoco mejor persona.

Mariana y Carmen de la Jara en el homenaje al Beni de Cádiz (Foto Inma Sanjuán)

Es justo reconocerle su fidelidad para con la escuela de cante gaditana, de la cual llegó a ser una consumada maestra y justa embajadora.

Recalcar en estas líneas, su preocupación para que la 'citada escuela de cante' no desapareciera. Para ello,
Antonio Barberán y Mariana (Peña Los Dedócratas)
siempre se prestaba a colaborar con los más jóvenes cantaores, a los cuales les trasmitía su sabiduría y enormes conocimientos. Tuve el enorme privilegio de compartir un curso de Alegrías, que impartimos los dos 'a la limón', lo cual me enriqueció sobremanera.

Podría estar escribiendo horas sobre su cante y sobre todo sobre su arrolladora personalidad, pues Mariana era 'Tela Marinera', muy buena artista, muy buena amiga y muy buena para con su familia y amigos. Es (me resisto al 'era') en definitivas cuentas 'guapa por dentro y por fuera', como aquel tanguillo que versionó de forma admirable de Lola Flores, 'La Guapa de Cádiz'



Mi buen amigo Javier Osuna, en su blog 'Los fardos de Pericón' le ha dedicado una muy emotiva entrada, que es de justicia que comparta con mis lectores.